sábado, 29 de marzo de 2008

CAPITAL SOCIAL

Documentos sobre Capital Social del PROGRAMA LIDERAZGOS CIUDADANOS PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE REGIONAL Y LOCAL .

Construyendo Capital Social Comunitario (John Durston, CEPAL, 1999)

Capital Social y Reducción de la Pobreza (CEPAL 2001)

El siguiente texto es de Daniela Fantoni Alvares

El capital social es “...un recurso crucial para el desarrollo humano porque permite potenciar las capacidades de las personas para incidir sobre la marcha de las cosas” , necesitando ser creado o fortalecido para el desarrollo de localidades. En reunión del Banco Interamericano de Desarrollo(BID), en ocasión de la Cuadragésima Reunión Anual, se discutió “acerca de las complejas interrelaciones entre Capital social y desarrollo” . De esta reunión, que fue realizada en 1999 en París, se publicó un libro, Capital Social y Cultura: Claves Estratégicas para el Desarrollo”, donde se percibe la actualidad e importancia de esta discusión a nivel mundial.

A partir de este libro y de acuerdo con lo que plantean diversos estudiosos de las humanidades, a saber, que el nivel de desarrollo de una nación se percibe por el grado de organización de la sociedad, reflexionaremos acerca de esta relación. El término capital social, así como su concepto son relativamente nuevos. En realidad no hay un concepto único, sino que diferentes autores hablan de los variados elementos que forman su esencia. Pierre Bourdieu (1980) y James Coleman(1990) fueron los primeros en abordar el tema, seguidos de Robert Putnam(1993).

El capital social está directamente vinculado con las relaciones de confianza entre los actores sociales y la cooperación cívica existente en una sociedad. Hacen parte de ese universo algunos factores como la capacidad de esta sociedad para crear asociaciones y las actitudes de los ciudadanos con relación a su ciudad y sus deberes cívicos, como el pago de los impuestos o la preservación de los espacios públicos.

El emprendedor cívico, sea el gobierno o una institución privada o del tercer sector, al invertir en la formación del capital social en una localidad, estará contribuyendo para el fortalecimiento de los lazos de unión de la sociedad, siendo este hecho imprescindible para la organización o reorganización de las estructuras sociales.

A partir de este proceso, pueden ser formadas nuevas asociaciones locales o fortalecidas las ya existentes. Además, los individuos de la comunidad, poco a poco, tendrán la oportunidad de internalizar lo que es realmente ser ciudadano, asimilando sus deberes y luchando por sus derechos; y de contribuir para el desarrollo sostenible de su ciudad.
En la convicción de que la formación del capital social es fundamental para el desarrollo sostenible de una nación, pues está relacionado directamente con el crecimiento controlado de sus actividades económicas, como el ecoturismo, y analizando la importancia de las metodologías participativas procedemos a expresar algunas reflexiones finales. Resaltamos que este artículo no pretende cerrar el tema, sino lanzarlo al debate e instigar nuevas investigaciones.

Nobert Lechner , refiriéndose al capital social plantea que para la construcción del mismo se presupone la existencia de iniciativas políticas. El gobierno, en su papel de emprendedor cívico, para fortalecer la red de interligaciones sociales, tiene que fomentar la participación ciudadana. Ésta puede ser fomentada a través de políticas participativas que valoricen la sociedad local, sus costumbres, su cultura y atiendan sus demandas. Los órganos gestores de la localidad deben invertir en el “aprender a hacer” y posibilitar que la comunidad tenga realmente el derecho de “poder hacer”.

Las metodologías participativas pueden ser herramientas fundamentales en ese proceso, pero deben ser utilizadas de forma tal que atiendan la realidad local, siendo imprescindible que se hagan las adaptaciones necesarias para suplir las especificidades de distintas comunidades. Es esencial que estas metodologías sean empleadas buscando formar y/o potenciar los talentos locales y contribuyendo para que la sociedad se organice mejor.
Los países menos desarrollados, como es el caso de Brasil, sufren dificultades para implementar la planificación participativa, sea en el área del turismo o en otra de interés de la comunidad local. Una es que muchas veces los individuos no tiene opinión sobre determinado asunto, no leen, no escriben y no poseen capacidad de analizar determinado hecho que hace parte de su realidad. Otra es el desafío de consolidar la democracia. En muchos países, no hay una tradición democrática y el individuo no ejerce sus deberes y derechos de ciudadano.
Como indicación para sanar esos problemas se cree que es fundamental que estos países inviertan en la educación, base de los cambios sociales. Ella posibilita una interacción del individuo con el medioambiente, consigo mismo y con el otro. Debe ser fomentada como un proceso amplio que alcance a toda la sociedad. Antes de la creación de planes de desarrollo turístico o concomitantemente con los mismos, debe difundirse la educación como una manera de nivelar los conocimientos acerca del turismo, desarrollar el sentido crítico y sanar algunas debilidades de los actores sociales.

Con miras al justo desarrollo del ecoturismo es aconsejable que los emprendedores cívicos involucren a la comunidad local, contribuyendo al fortalecimiento del capital social. Mario Beni al referirse a la participación social plantea que: “... es factor fundamental de reordenamiento de las relaciones del poder y una nueva articulación entre los diferentes actores sociales para posibilitar mayor acceso a los servicios de una forma general, mayor integración en procesos colectivos y el aumento de la auto-estima y de la constitución de cada uno como sujeto de su propia historia”(BENI 2001).

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